Estar enamorado es, si es correspondido, lo mejor que puede pasarte nunca, es algo que te va atrapando poquito a poco. Esa persona que desde un principio fue ganándote, fue haciéndose un hueco en tu vida. Tal vez por la casualidad más tonta. Al principio no te das cuenta, es tan sutil...Sus ojos, una sonrisa, su manera de ser, cualquier cosa. Te envuelve, te cautiva.
Antes de darte cuanta estás buscando su silueta entre la multitud de manera inconsciente. Cada vez que la encuentras se te dibuja una sonrisa de idiota en la cara, sientes una calidez extraña, pero a la vez agradable.
Todos los problemas desaparecen con su sola presencia y una mirada puede ser el bálsamo más reparador que pueda existir en el mundo. ESA mirada a la que te quedas prendida sin remedio,perdida en la inmensidad de esos ojos negros.Cuando estás con ella únicamente piensas en aprovechar cada segundo a su lado. Tras un día de mierda lo primero que buscas es volver a verla y darle un abrazo. Sentir tu cuerpo junto al suyo y perderte en ese abrazo durante un precioso instante. Y si por el contrario no la ves te sientes incompleta. Algo falla. Una inquietud se adueña de ti inevitablemente.
Es una confianza plena y absoluta. Sientes que puedes ser tu misma, sin censuras, sin esconder nada. Estás cómoda contigo misma por que sabes que esa persona te acepta como eres y tu la aceptas a ella de igual manera.
Y por todo lo anterior y más que no puedes expresar sabes que esa persona es diferente a cualquier otra, es única. Es perfecta a su manera.
Cuando te besa sientes como si una corriente eléctrica te atravesase la espina dorsal, el tiempo se detiene y todo a tu al rededor desaparece. Nada importa. Solo existís ella y tu.
Y en esos ratos en los que la tienes entre tus brazos y te das cuenta de la inmensa suerte que tienes por que esté ahí por ti, le das las gracias mentalmente por existir y a continuación le susurras un Te quiero al oído.
Por suerte puedo ponerle nombre a esa persona, y sin ninguna vacilación afirmo que estoy enamorada.
Blanca, solamente puedo decir: GRACIAS.
Todos los problemas desaparecen con su sola presencia y una mirada puede ser el bálsamo más reparador que pueda existir en el mundo. ESA mirada a la que te quedas prendida sin remedio,perdida en la inmensidad de esos ojos negros.Cuando estás con ella únicamente piensas en aprovechar cada segundo a su lado. Tras un día de mierda lo primero que buscas es volver a verla y darle un abrazo. Sentir tu cuerpo junto al suyo y perderte en ese abrazo durante un precioso instante. Y si por el contrario no la ves te sientes incompleta. Algo falla. Una inquietud se adueña de ti inevitablemente.
Es una confianza plena y absoluta. Sientes que puedes ser tu misma, sin censuras, sin esconder nada. Estás cómoda contigo misma por que sabes que esa persona te acepta como eres y tu la aceptas a ella de igual manera.
Y por todo lo anterior y más que no puedes expresar sabes que esa persona es diferente a cualquier otra, es única. Es perfecta a su manera.
Cuando te besa sientes como si una corriente eléctrica te atravesase la espina dorsal, el tiempo se detiene y todo a tu al rededor desaparece. Nada importa. Solo existís ella y tu.
Y en esos ratos en los que la tienes entre tus brazos y te das cuenta de la inmensa suerte que tienes por que esté ahí por ti, le das las gracias mentalmente por existir y a continuación le susurras un Te quiero al oído.
Por suerte puedo ponerle nombre a esa persona, y sin ninguna vacilación afirmo que estoy enamorada.
Blanca, solamente puedo decir: GRACIAS.